La derecha y su entramado mediático creen ser los dueños de España. Todo vale o el fin justifica los medios, es la práctica diaria para intentar deslegitimar los resultados electorales cuando la ciudadanía no les vota y no tienen empacho en proclamar que mientras peor le vaya a la gente, con gobierno socialista, mejor para sus intereses electorales. Así de ruines, así de triste.
Sí, son los mismos que, cuando gobernaron Extremadura y la Diputación de Cáceres, ponían en el mapa chinchetas azules y rojas para favorecer a sus alcaldes y marginar a los del PSOE. Ellos, los que creen que Extremadura y España son propiedad suya, no gobernaron nunca para la gente, sino para sus propios intereses y así les fue. Los pueblos no son del PSOE o del PP, son de la gente y la gente vota a quien quiere.
El PSOE está en las antípodas de la forma binaria que tiene el PP de entender la política cuando habla de gobiernos de uno de los nuestros o uno de los suyos. Para los gobiernos socialistas, los municipios son personas que libremente votan y, por tanto, cada una de ellas tiene el derecho de ser gobernado en igualdad de condiciones sin importar dónde vive y a quién vota
Y es por ello que nunca hemos gobernado pensando en el color político ni en las conveniencias sectarias. Somos un partido con vocación de mayorías y, por tanto, transversal. Atendemos la sensibilidad del cazador, del creyente, del laico, del ecologista, y todo lo que hacemos, pensamos y trabajamos, va en una misma dirección: la igualdad.
Por eso nos motiva seguir, a pesar de una pandemia y de una guerra con una influencia notable en nuestras vidas, subiendo los datos de empleo, los contratos indefinidos, la cantidad de mujeres que se suman al mercado laboral y la reducción de una brecha que cada vez es más historia y menos realidad.
El PP, cuando gobernó esta tierra pregonaba que lo primero era el empleo y que eran el gobierno de los mejores. El PSOE, silenciosamente, sin pregonar nada, trabajó, trabaja y trabajará para avanzar conjuntamente y seguir haciendo realidad nuestras utopías.
El PP, el de «los mejores», llegó a sufrir 180 mil parados en Extremadura. Hoy, con un gobierno socialista, Extremadura tiene 100 mil desempleados menos. Nos queda mucho trabajo, mucho esfuerzo, muchas horas para alcanzar nuestros objetivos. Nuestra promesa, nuestro compromiso es avanzar. En eso estamos.
Be the first to comment